Príamo: Biografía e Importancia en la Iliada
Biografía de Príamo
PRÍAMO
Príamo era hijo de Laomedón, rey de Troya, y gobernó en la
ciudad durante la guerra con los griegos.
Cuando Heracles destruyó Troya como venganza por no haberle
dado Laomedón lo prometido cuando salvó a su hija Hesione la muchacha rogó que
dejase con vida a Príamo y así se hizo. Bajo el gobierno de Príamo, Troya se
convirtió en una ciudad próspera y poderosa que extendió sus dominios fuera de
sus fronteras. Príamo tuvo nada menos que 50 hijos, 19 de ellos con su esposa
Hecabe y el resto de relacions extramatrimoniales. Su hijo mayor y favorito era
Héctor, el extraordinario y noble héroe de la Guerra de Troya. Según algunas
versiones, era Paris el hijo mayor.
La figura de este último era menos distinguida que la de su
hermano, debido a su carácter indolente y egoísta que trajo la caída de la
ciudad Entre los otros hijos de Príamo se encontraban Dei-fobo, Troilo, que
murió en una emboscada tendida por Aquiles, el vidente Heleno y Polidoro.
Príamo tuvo otras 50 hijas, siendo las más conocidas Casandra, la vidente que
había sido castigada y que nunca era atendida en sus predicciones, y Polixena.
De joven, Príamo adquirió experiencia en la guerra luchando
como aliado de los frigios en la batalla contra las Amazonas. Al empezar la
Guerra de Troya, Príamo ya era anciano y no pudo participar en la lucha. Sólo
apareció en el campo de batalla para firmar un acuerdo con Agamenón respecto al
duelo que habrían de mantener Menelao y Paris para poner fin a la guerra.
Después el rey, escoltado por Hermes, acudió al campamento griego para pedir el
cuerpo de Héctor, al que Aquiles había matado. Homero describió de forma conmovedora
el encuentro entre el intempestivo héroe y el apenado rey. Aunque al principio
Aquiles rechazó devolver el cuerpo de Héctor a su padre, cambió de opinión al
escuchar las palabras del anciano rey y llegar a un acuerdo económico. «Aquiles
se levantó de su asiento, cogió la mano del anciano y, movido por la piedad de
sus cabellos y sus barbas blanqueadas por el paso del tiempo, le dijo: Pobre
hombre, con todo lo que has llevado de
dolor para romper tu espíritu» . Así surgió una especie de amistad entre los
enemigos después de que Aquiles dejase marchar al rey con el cuerpo de su hijo:
«con esto tomó al viejo rey por la muñeca derecha y liberó su corazón de
temores.»
La imagen de Príamo como un hombre bueno y cálido quedó
confirmada por Helena, la mujer a la que Paris raptó y por la que empezó la
guerra. No a todo el mundo en Troya le gustaba su figura, pero Príamo la trató
con la benevolencia de un suegro y la consideraba inocente de lo que se la
acusaba.
El final de Príamo también fue penoso. Cuando los griegos
escondidos en el caballo entraron en el palacio, el anciano se puso con
dificultad la armadura que durante años no había utilizado. Vio al hijo de
Aquiles, Neoptolomeo, matar a su hijo Polites ante el altar del palacio troyano
y arrojó su lanza débilmente contra el despiadado héroe, recordándole que su
padre se había portado mucho mejor. Con un comentario sarcástico, Neoptolomeo
cogió al anciano y lo puso en el altar para matarlo.
La mujer de Príamo, Hecabe -o Hécuba para los romanos- fue
testigo de la muerte de su esposo y sobrevivió para soportar tanta miseria. Fue
apresada y se convirtió en esclava de Agamenón, pero antes recibió la noticia
de que su hija Polixena sería ofrecida en sacrificio por el alma de Aquiles .
Además, el cuerpo de su hijo pequeño Polidoro fue encontrado en la playa
después de haberlo matado Polimestro, rey de Tracia, que le había ofrecido
refugio a cambio de una gran cantidad de oro. Agamenón le dio a Hecabe la
oportunidad de vengar el crimen. Bajo falsas pretensiones invitó a Polimestro
al campamento griego y allí Hecabe y sus doncellas mataron a sus hijos
sacándoles los ojos. Según otras versiones, Hecabe entonces se convirtió en un
perro antes de morir.
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